Ensayo sobre el disco Artaud de Spinetta

 

𝐀𝐑𝐓𝐀𝐔𝐃: 𝐋𝐀 𝐇𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐂𝐀𝐍𝐓𝐀
𝑼𝒏 𝒆𝒏𝒔𝒂𝒚𝒐 𝒆𝒏 𝒑𝒓𝒐𝒔𝒂 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒆𝒍 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝑳𝒖𝒊𝒔 𝑨𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕𝒐 𝑺𝒑𝒊𝒏𝒆𝒕𝒕𝒂.

Hay discos que suenan, y discos que nos hacen levitar.
Artaud no llega desde los parlantes: nace.
Nace entre imágenes de una poesía visual que nos abraza, nos rasguña, nos inquieta.
Es herida que canta, luz que arde suave, estremecimiento que duele y abraza.
Es amor, dolor, sentir, miedo… y otra vez amor.

Es un fuego que no quema,
una flor que se abre en la sombra,
una voz que canta con la carne rota
y el alma encendida como un sol al borde del abismo.

Aquí no hay música para oír:
hay música para sentir.
Cada canción es un relámpago en la noche del espíritu.
Cada verso, un escalón hacia lo invisible.
Cada silencio, una grieta en la realidad.

Esto no es un álbum.
Es un exorcismo.
Una carta de amor al dolor, a la belleza,
al misterio irrepetible de estar vivos.

Cuando en 1973 Luis Alberto Spinetta publicó Artaud,
no sólo se trató de un nuevo disco en su carrera:
fue una revolución silenciosa,
una grieta luminosa en la historia de la música argentina.
El disco, aunque firmado bajo el nombre de Pescado Rabioso,
fue una obra profundamente personal,
en la que Spinetta ya había dejado atrás la sonoridad psicodélica
y urbana de Desatormentándonos y Pescado 2,
para adentrarse en un terreno íntimo, acústico,
poético y filosófico.

Inspirado en la figura del dramaturgo francés Antonin Artaud,
cuya lucidez trágica lo llevó al límite de la locura,
Spinetta proyectó sobre este disco una forma de arte
que ya no buscaba entretener, sino transformar.
Artaud es, en ese sentido, un manifiesto: musical, ético y espiritual. Y es también una ofrenda: al arte, a la sensibilidad, al amor,
a la infancia, al dolor, a la libertad, a lo inasible.

𝟏. 𝐓𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐡𝐨𝐣𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨
El disco comienza con un susurro suave, casi maternal.
La canción, es una reflexión íntima sobre la maternidad, la fragilidad de la vida y la necesidad de criar con conciencia.
Spinetta le canta a una madre reciente, instándola a cuidar no solo el cuerpo del hijo, sino también su mente y su espíritu.

El verso “todas las hojas son del viento” simboliza la vulnerabilidad de los seres humanos frente al destino, mientras que “menos la luz del sol” representa lo trascendente, lo vital, aquello que permanece más allá del cambio.

Con un tono tierno pero firme, el Flaco propone una crianza libre de represión, lejos de las drogas y con autenticidad amorosa. La canción, sencilla en su forma, es profunda en contenido: una guía poética para criar con amor, libertad y conciencia.

𝟐. 𝐂𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨 𝐂𝐥𝐮𝐛
“Cementerio Club”, parte del álbum Artaud (1973), es una canción profundamente introspectiva y cargada de simbolismo existencial. En apenas unas pocas estrofas, Spinetta aborda temas como la muerte, la soledad, la alienación del yo y el desamor.

Desde el inicio, la imagen de “caer muerto” al pensar en alguien sugiere una conexión entre el amor y la aniquilación emocional. La pregunta sobre el “pequeño dios” y “el centro gris del abismo” introduce una dimensión metafísica, inspirada en Antonin Artaud, cuestionando el origen del dolor y el vacío.

La disociación del sujeto (“sólo sé que no soy yo a quien duerme”) refleja una crisis de identidad o una desconexión con la propia existencia. El yo lírico se muestra vulnerable y autocrítico frente a una relación rota, preguntando si queda algo en él que no sea detestable.

Finalmente, el “cementerio” funciona como símbolo de soledad y pérdida, y el calor del verano acentúa el malestar de vivir sin la presencia de ese otro. En conjunto, la canción combina poesía oscura con un tono confesional, en una obra breve pero emocionalmente intensa.

𝟑. 𝐏𝐨𝐫
Spinetta utiliza una técnica poética que recuerda al automatismo surrealista: lanza palabras sueltas, aparentemente inconexas, que apelan más a lo sensorial y emocional que a lo racional. No hay estructura gramatical tradicional. Cada palabra es una imagen, una idea, una sensación

Es una canción-poema que usa palabras sueltas y fragmentadas para evocar imágenes y sensaciones sin formar una narrativa clara. Inspirada en el surrealismo y la obra de Antonin Artaud, la letra combina elementos de la naturaleza, el cuerpo y la espiritualidad. El título y cierre con la palabra “por” deja el significado abierto, invitando a cada oyente a completar el sentido desde lo personal. Es una expresión pura de poesía y emoción, más que una canción tradicional.

“Por” es una experiencia poética más que una canción convencional. Es un ejemplo claro de la búsqueda de Spinetta por trascender la forma, romper con lo establecido y acercarse a lo esencial del lenguaje, del pensamiento y del alma humana. Es arte puro, abierto y vibrante.

𝟒. 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐜𝐡𝐞𝐫𝐢́𝐚
La canción gira en torno a la idea de la superstición como una metáfora de las falsas esperanzas y las inseguridades en el amor. Spinetta describe cómo el deseo constante sin la concreción ("siempre soñar, nunca creer", "siempre desear, nunca tener") termina por destruir el amor. La superstición representa esas creencias irracionales que mantienen a la persona atrapada en un ciclo de miedo, dudas y sufrimiento.

Sin embargo, hay un momento de luz cuando aparece "tu amigo que te da la mano", una figura de apoyo real que permite salir de la soledad y el miedo. Pero incluso ese apoyo puede llevar a la inacción, porque el confort puede volverse una trampa que impide avanzar.

Superchería reflexiona sobre la fragilidad del amor cuando se sostiene en falsas creencias y el riesgo de estancarse en la comodidad de la inseguridad, sin atrevernos a crecer o cambiar.

𝟓. 𝐋𝐚 𝐬𝐞𝐝 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚
La canción gira en torno a la búsqueda espiritual y existencial, una “sed” interna que representa la necesidad de encontrar sentido,
paz y autenticidad en la vida.
Spinetta plantea que esta paz no se halla en lo externo ni exclusivamente en uno mismo, sino en la relación profunda con el otro o con algo trascendente.
Expresa una búsqueda profunda de paz y autenticidad que no se encuentra en lo superficial ni en uno mismo por separado,
sino en una conexión verdadera con el otro o con una esencia más profunda.
Usa imágenes poéticas como la música no creada y el fuego que nunca se apaga para simbolizar esa fuerza vital e inspiración que permanece intacta y siempre presente.
En definitiva, habla sobre la necesidad de encontrar esa “sed verdadera” que sacia el alma más allá de las apariencias.

𝟔. 𝐂𝐚𝐧𝐭𝐚𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬
La joya del disco. Una composición extensa, mutante, profundamente lírica. Es un homenaje a Van Gogh, pero también una autoafirmación, una confesión íntima, una súplica y una esperanza. La canción parece respirar, crecer y abrirse como una flor.

La canción explora temas como la búsqueda de libertad, el paso del tiempo y el amor como fuerza esencial.
Spinetta usa imágenes poéticas, como “el pájaro que se muere en su jaula” y “puentes amarillos”, para simbolizar la lucha interna entre el deseo de libertad y las limitaciones que impone la vida.
A pesar de las dificultades y las heridas (“sangre alrededor”),
hay una esperanza constante en el mañana y en el amor que sostiene y renueva.
La letra tiene un tono melancólico, íntimo y esperanzador, invitando a reflexionar sobre el presente
y el futuro con sensibilidad y profundidad.

"Cantata de Puentes Amarillos" es una obra lírica que fusiona imágenes poéticas y simbólicas para reflexionar sobre la vida, la libertad, el amor y el paso del tiempo.

𝟕. 𝐁𝐚𝐣𝐚𝐧
La canción explora el paso del tiempo y las emociones que lo acompañan, usando imágenes poéticas para representar la dualidad entre luz y oscuridad, día y noche, actividad y quietud.
El “bajar” parece simbolizar una caída o descenso inevitable, quizás hacia la reflexión, la melancolía o la aceptación.

El verso “el día es vidrio sin sol” sugiere un momento vacío o sin energía, mientras que “la noche te oculta la voz” transmite aislamiento o silencio. Sin embargo, hay una invitación a la paciencia y al hallazgo tranquilo: “Despacio también podés hallar la luna”, que es como encontrar belleza y calma en la quietud o en lo oscuro.

Además, el contraste entre el “sol” y la “luna” puede representar diferentes estados emocionales o formas de ser, enfatizando la posibilidad de adaptación y transformación personal.

“Bajan” es una meditación poética sobre el tiempo, la melancolía y la búsqueda de equilibrio interior.

𝟖. 𝐀 𝐒𝐭𝐚𝐫𝐨𝐬𝐭𝐚, 𝐞𝐥 𝐢𝐝𝐢𝐨𝐭𝐚
La canción utiliza imágenes poéticas relacionadas con la naturaleza — el mar, la luz, el sol — para expresar la tensión entre el sufrimiento y la esperanza. Habla de un personaje, “el idiota”, que se quema mirando al sol, simbolizando a alguien que vive con pasión o ingenuidad, enfrentando el dolor inevitable de esa intensidad.

El tema central es la espera y el despertar, la búsqueda de comprensión frente a la oscuridad y el cambio. Hay un mensaje de consuelo y aceptación, invitando a no temer a las tinieblas sino a comprenderlas, y a alejarse de lo que causa dolor para buscar un nuevo comienzo.

A Starosta, el idiota canción reflexiona sobre el dolor, la transformación y la esperanza a través de imágenes simbólicas y un tono melancólico pero alentador.

𝟗. 𝐋𝐚𝐬 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐝𝐮𝐫𝐢́𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨
La canción explora temas profundos como la ternura, la conexión íntima y la libertad frente a las opiniones externas (las “habladurías del mundo”). Spinetta habla de ofrecerse plenamente al otro, como “parte de tu cuerpo”, y de cómo esa entrega sincera crea un vínculo que trasciende las palabras y los juicios.

La imagen de “los espejos que son de tu día del alma” sugiere una reflexión interna y la transparencia emocional que se da en la verdadera cercanía. Al decir “No estoy atado a ningún sueño ya”, el narrador se libera de expectativas o ilusiones impuestas, afirmando que las críticas o chismes externos no pueden atraparlo ni limitar su experiencia auténtica.

Además, Spinetta usa metáforas naturales (la anaconda, el buey, la selva) para cuestionar jerarquías y falsedades, enfatizando una visión más libre y auténtica de la vida.

En suma, la canción es una celebración poética de la ternura, la autenticidad y la libertad personal ante las opiniones ajenas.

𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎
Artaud no es un disco para escuchar de fondo.
Es una obra para habitar, para atravesar.
Es un diario espiritual, una alquimia de palabras, sonidos y heridas. Luis Alberto Spinetta no sólo compuso canciones: abrió puertas a lo invisible, a lo esencial, a lo imposible.

Y cuando uno vuelve a escucharlo —años después, en soledad, en tránsito, en el dolor o en la plenitud— el disco sigue diciendo algo nuevo.
Porque no está hecho de certezas, sino de preguntas vivas.

Y en ese temblor que deja, en esa belleza que duele, Artaud nos recuerda que hay almas que no cantan para brillar, sino para arder.

𝑨𝒓𝒕𝒂𝒖𝒅 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒖𝒄𝒉𝒂: 𝒔𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒆𝒔𝒂.
𝒀 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒍𝒐 𝒂𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒆𝒔𝒂,
𝒚𝒂 𝒏𝒐 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐.

Texto: Gabriel Artes Visuales
Pescado Rabioso - Artaud (1973): https://www.youtube.com/watch?v=LXYZQTt-Kuo