Black sabbath
No fue por su voz.
No fue por su presencia.
Fue por un micrófono.
Birmingham, finales de los 60.
Tony Iommi buscaba vocalista para su nueva banda.
Entra a una tienda de música y ve un anuncio:
“Ozzy Zig busca banda. Tiene su propio PA.”
Eso era todo.
Un sistema de amplificación (PA) costaba lo que una casa.
Y Ozzy, ese mocoso pobre, torpe y medio idiota que Tony recordaba del colegio, tenía uno.
Increíble.
Tony lo había buleado en la escuela.
Lo subestimó toda su vida.
Pero ese día, un sistema de sonido comprado con el sudor (y las deudas) de un padre desesperado por ver a su hijo salir del hoyo…
lo cambió todo.
Ozzy entró a la banda no por talento, sino por equipo.
Y con él llegó Geezer Butler.
Y nació el núcleo de lo que sería Black Sabbath.
Ese sistema de PA fue más importante que cualquier solo de guitarra.
Porque a veces, lo único que necesitas para entrar a la historia…
es que alguien crea lo suficiente en ti como para empeñar su alma por un micrófono.
LO DEMÁS … ES HISTORIA



Comentarios
Publicar un comentario