Una pequeña parte del Draculo moderno. Mi novelita.



Sobre la Novela. " El Dracula Moderno". Y la referencia a Bukowsky:



 ―  Hey Joe ¿has leído a Bukowsky? ¿el poema de las moscas? ― me dijo aquel hombre, que pasaba de vez en cuando por la puerta de la biblioteca y me veía anotar algún libro.

Bukowsky había sido toda su vida un libertino. Un tipo que quería a su gato y a las mujeres. Les escribía poemas.  Y ellas lo querían, porque las quería de verdad. El entendía sobre la sensibilidad. Él también era un Drácula moderno. Al que no le interesaba nada del mundo porque el mundo tampoco le daba nada. Más que parasitaria deudas y atamientos. Salgan a la calle y vean el mundo. Cuantos Psiquiátricos hay hoy. Cuanta gente demente que les vendría mejor masturbarse que tomar toda la medicación que toman. Que los dejas más que idiotas, tarados. En mi juventud conocí a muchos que pensé que hoy estarían bañándose en cerveza o en sangre de mujeres vírgenes. Teniendo sus cutis filosos y, hablando como diez idiomas y ganando millones que dólares. Donde están. Tirados en un sillón esperando a que sus mujeres le vengan a cocinar. Ya dejaron de tomar coca y ahora toman agua o sobrecitos de jugo. Sus caras parecen más que erosionadas y se bañan cuando se puede para hacer durar más ropa. El proletarizmo, el mundo nuevo y la mar en choche. Ahí están con ese olor a gato por toda la casa y esa cagada que les hace el perro porque no son capaces ni de levantase para abrirles la puerta. Bukowsky era un tipo que a mucha gente no le gusta porque nunca siguió una regla. Porque nunca espero la foto linda de los actos escolares. Yo quiero ser así. Un pensador libre. Un tipo que no se vea atado a nada ni a nadie. Yo no les miento a las mujeres, las consuelo. No les hago el amor, las transformo en poemas, en recuerdos. Cajitas que dejo en mi memoria para días de sequía. El mundo es mi mundo porque yo lo vivo y no la cuestiono. En donde me encuentro siembro pasto. Riego plantas. Yo no violo porque eso es para lo que no saben pedir. Los que tienen la cabeza atrofiada y, ven en cada objeto el estímulo de poseerlo. Yo me comunico, transmito mis necesidades y a veces somos dos con lo mismo ideales y a veces tres. Y entonces como Bukowsky yo las amo. Yo los amo. Pero prefiero la oscuridad y el silencio de mi cuarto que salir y vestir como payaso. Los vampiros aman sus pasividades, adoran sentir que son felices en su mundo. No quieren dañar a nadie. 

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