Amanecí con la cara de RIngo mirándome

 

   Amanecí con la cara de Ringo mirándome…la habitación estaba decorada y, ella amaba bailar y moverse al ritmo de los cuatros…Afuera, el mundo…y nosotros aquí... mirando la nada misma…

-Dormiste bien? - Me dijo, y me beso en la frente.

-Imagino que si, no siento esos dolores.

-Entonces una cama y un colchón pueden hacer milagros-volvió a decirme antes de reírse.

-Imagino que si- dije y también reí.

No recordaba… ni cómo ni porque había llegado allí…pero sentirme cerca de ella me daba el doble de satisfacción…Se levantó primero…luego aparecí yo, viéndola poner un vinilo algo ruidoso de rock & roll… se movía pélvicamente…sus pezones se translucían debajo de esa remera blanca…hay manos que tienen serpientes, pensé…que se mueven y parecen acercarse a mí de una forma extraña…tuve, por un instante, la sensación de haber estado ya en ese lugar…con ella y sus discos…y ese ringo clavado en la pared…hay personas que no se olvidan…olores que huelen más que otros…pero ella era un recuerdo, quizás, de otra persona…la repetición de haber pasado por el mismo acto y no recordarlo.Nos enfermábamos de celos…nos matábamos de rabia…nos odiamos, amamos…pero jamás dejamos de frecuentarnos en sueños… porque nuestras mentes tenían fija la puerta para que eso ocurriera…nunca supimos si fue cierto todo eso…disfrute nuestras charla…las tazas de café…los días sin sombras…las noches llenas de soles…pero en cada fogata…debe existir el mismo sacrificio…la hoja en blanco que no escribe y no lo hará…ella, era eso…el eterno despertar tranquilo…la sonrisa…el baile sensual y la canción ruidosa de rock & roll…Salí de la casa mientras me llamaba…la extrañe en cada paso…pero sabía  que tal vez mañana la volvería a ver devuelta…despertándome, viendo la cara de Ringo…moviéndose tan  pélvicamente… mientras terminaba otra canción del disco blanco.

                                                  J.C.M.