Tanto para escribir
Había tanto para
escribir...tanto para hacer...tanto por describir...que cuando todo comenzó ya
pareció terminar...la música pareció demorarlo todo...ese dolor en el pecho...y
ese eterno remolino que es la casa...salir al jardín...en busca de inspiración
barriendo las hojas por un buen rato...saludar a cada vecino que animoso
pretendía que les devolviera el saludo...(respirar tan hondo como se pueda… salir
y entrar de la casa tantas veces ...preparar algo para tomar...buscar un
libro...leer algunas líneas y cerrarlo)...últimamente me doy cuenta que no
carezco mucho de paciencia o paz interior...generalmente todo me aburre, y las
cosas que podría ir haciendo en la semana...los termino el fin de...algunas
veces...quizás los días tampoco ayudan...para el verano faltan dos meses...y
estos cambios de clima no son demasiados propicios para mi…por lo menos si
profesara el culto de la cama ...diría, bueno estoy cansado o hasta
deprimido...pero siempre ese levantarme no me hace ni disfrutar aquello...a veces
llamo a algún amigo para visitarlo o que me visite...pero es cierto que todos
cambiamos...las llamadas pueden asustar a cualquiera y un encuentro hay que
arreglarlo de antemano...algunas veces alguien se acuerda y un mensaje llega...una
foto o un sticker o meme...pero la mayoría de las veces se está solo...se
resuelve solo...y uno se empieza a acostumbrar un poco a eso...no es tan malo
si se lo piensa bien...todavía sigo descubriendo la casa...películas,
libros...esa forma de entretenerme que es dibujar...hace poco volví a al
pocillo de café...a descubrir su aroma...y hasta esa magia de la
preparación...en realidad debo admitir no extrañar el cigarrillo...a veces me
imagino de viejo con una pipa en la mano...estando aquí… he podido
descubrirme...reconocerme en ciertas partes de la casa...sueño con el verano o
la primavera...en donde las hojas de los arboles vuelen por todos
lados...cuando todo se llena de verde y flores...y hasta de mosquitos...y hay
tanto calor que hasta en las paredes se siente...en donde me vuelvo más
perezoso...en donde una botella de agua siempre tiene que estar en la
heladera...en donde puedo salir a tomar un café con alguien antes de pensar que
tengo que hacer...porque a veces el huracán de la casa continua y es difícil
detenerlo...aunque por momentos sienta que da respiro...aunque por momentos me
de esa sensación de que te deja ganar...y entonces uno sabe o entiende que no
es uno quien domina las cosas sino son ellas las que te protegen o acomodan a
la jauría de una vida tranquila...una vez un amigo que paso a saludar me
dijo...que sentía paz en la casa...que él era de sentir esas vibraciones...y
debo admitir que muchas veces yo también lo siento...creo que el desorden o el
agobio son juegos que me hace para que siempre me esté ocupando de ella...como
caricias...como mimos que me pide y a cambio me de paz... cuando llego de haber
batallado con el mundo y perder...y un beso de las buenas noches cuando me voy
a dormir...
(del que suscribe)
J.C.M.

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