Salta depacio


 Salta despacio…salta alto…todos lo  miran… como un mono…sobre la vereda…en la calle misma…su estado no fue siempre así…hubo momentos en donde el mundo pareció girar normal para él…pero entonces, un día alguien vendió todo…su casa, sus cosas, su vida… le recomendó que corriera…que allí no estaba la meta…que sus sueños todavía no habían empezado…Entonces, huyo una mañana, dejo todo lo que estaba prestablecido en el manual del buen hombre…perdió los boletos de vueltas que lo harían volver, aunque sea un día, a visitar a los que en un tiempo lo recordarían…le dijeron: sal de aquí…este no es tu lugar…alguien ya vendió el mundo…la escalera está vacía…entonces,  dejo de llorar y comenzó a saltar….como si quisiera alcanzar el sol…como un modo  de escapar…corrió para no ser alcanzado…y entonces todos parecieron ignorarlo…(nadie tiene espacio para el dictado automático…para el hermetismo del silencio)…un pájaro cayó al suelo….antes de morir emitió un grito de auxilio…el hombre que siempre salta lo nota… se agacha…contempla la escena…se acuesta junto al ave hasta que el sol lo cubre todo… repite en su cabeza el grito…como un cassette y entiende…que es èl que grita también…sus manos se entumecen…sus piernas se doblan…y  su estómago se llena de aire y parece explotar…entonces, se levanta…recoge al animal y lo guarda en el bolsillo de su camisa…nadie sabe que existe…todos viven inmersos en sus vidas…hay niebla afuera…hay lugar donde nadie ha ido…espacio…soledades…y en medio de todo él salta despacio…un poco arriba…un poco más arriba sobre la vereda…sobre las vías del tren…sobre algún puente…salta porque así siente que se libera…salta, porque saltando su espíritu se desprende de él…porque hay música en cada graznido de cada pájaro que muere…y como no puede volar…salta, de él hacia él…sobre él…sobre el mundo que vendió todo…que lo condeno a lo que es…que lo autodestruyo…en su propia resignación…porque saltando no molesta…no obstruye…si huye da espacio a otro…por eso cuando todos duermen… otros gritan…otros olvida…que la cinta del cassette se rompió en su cabeza, ya.




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